SEMANA 23: LOS HIJOS Y EL MATRIMONIO – PARTE 3 DE 3

Tiempo De Lectura: 3.3 min

El conflicto surgirá en un matrimonio por las diferencias de opinión sobre la crianza de los hijos. Por inevitables que sean estas diferencias de opinión, el resultado de este desacuerdo no tiene por qué ser un resultado ganador- perdedor. Ninguno de los padres está en una posición de pérdida cuando la decisión final es en el mejor interés del hijo.

En realidad, puede ser instructivo para los hijos ver a los padres diferir en un plano de respeto, pero llegar a una decisión que se respalda mutuamente y suspende los argumentos. Ver una resolución efectiva de conflictos modelada en casa es una gran experiencia de aprendizaje para los niños. Es posible que los niños no siempre comprendan las complejidades de los desacuerdos de sus padres, pero de seguro observarán y registrarán cómo se maneja y finalmente se resuelve cada conflicto.

Cuando un hijo está expuesto a puntos de vista diferentes de sus padres sobre uno de los asuntos de su propia vida, se produce una lección objetiva. En esta situación, un niño puede ver que un problema que afecta su vida se puede ver desde perspectivas diferentes y maduras. Aprender que hay alternativas disponibles para la solución exitosa de un problema puede ser, literalmente, un salvavidas para una persona joven. Estar expuesto a alternativas bien pensadas y explicadas para resolver problemas y tomar decisiones puede ser un valioso regalo de los padres para sus hijos.

Una advertencia: para que todo esto funcione para el máximo beneficio de un niño, los padres deben comunicarse abierta y francamente con sus hijos sobre cómo se toman las decisiones con respecto a los problemas que afectan las vidas de estos hijos.

Referencia de las Escrituras: Efesios 6:4

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. (NVI)

Algunas Cosas Para Hacer Durante La Semana.

Día 2: Reflexionar sobre el mensaje y la lectura de las Escrituras; diario si quieres
Día 3: Ora o medita sobre lo que crees que necesitas
Día 4: Discuta el mensaje y las escrituras con su cónyuge
Día 5: Planifique cómo puede responder mejor al mensaje
Día 6: Descanso; no pienses en el mensaje o la escritura; escucha en la quietud
Día 7: Vuelve a comprometerte con tu matrimonio

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