SEMANA 33: SER INFIEL EN EL MATRIMONIO

Tiempo De Lectura: 3.2 min

La mayoría de las personas piensa que la infidelidad en el matrimonio ocurre cuando un cónyuge ha cometido adulterio. Esto es de hecho un acto de infidelidad, pero ser infiel en un matrimonio puede significar mucho más que solo la infidelidad sexual.

La infidelidad en el matrimonio es cualquier acto que debilita la promesa del pacto de permanecer constantes en trabajar juntos para el bien mutuo. El abuso verbal y físico, el engaño, la adicción, el descuido con el dinero, el descuido espiritual, la insensibilidad, la negligencia, la no disponibilidad y el ser vengativo son solo algunos ejemplos donde las palabras, acciones y actitudes son todos hechos que demuestran infidelidad a la promesa matrimonial de una pareja de amarse y honrarse uno al otro.

Estadísticamente, el índice de divorcios entre las parejas cristianas es similar al de las parejas que no son cristianas, porque la infidelidad marital, en todas sus formas, tiene el mismo efecto en las parejas cristianas como en las no cristianas. Solo porque en una pareja no se esté engañando uno al otro no significa que cualquiera o ambos cónyuges no están siendo infieles al significado y propósito del matrimonio. El predominio de la infidelidad en el matrimonio no disminuirá a menos que la definición de infidelidad marital sea ampliada, aceptada y honrada.

Referencia de las Escrituras: Malaquías 2: 15-17

¿Acaso no hizo el Señor un solo ser, que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu, y no traicionen a la esposa de su juventud.  «Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel—, y al que cubre de violencia sus vestiduras», dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros. (NVI)

Algunas Cosas Para Hacer Durante La Semana.

Día 2: Reflexionar sobre el mensaje y la lectura de las Escrituras; diario si quieres
Día 3: Ora o medita sobre lo que crees que necesitas
Día 4: Discuta el mensaje y las escrituras con su cónyuge
Día 5: Planifique cómo puede responder mejor al mensaje
Día 6: Descanso; no pienses en el mensaje o la escritura; escucha en la quietud
Día 7: Vuelve a comprometerte con tu matrimonio

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