SEMANA 39: LA PRESENCIA DE DIOS EN EL MATRINONIO CRISTIANO

Tiempo De Lectura: 3.7 min

La paz que puede ser inherente en la fe cristiana viene de creer y confiar en la presencia y la obra del Espíritu Santo. Esta paz de la que apóstol Pablo dice: «sobre pasa todo entendimiento» está disponible en todos los aspectos de la vida, incluyendo el matrimonio.

Muchas veces en situaciones que involucran salud, trabajos, tentaciones personales y el bienestar de otros, un cristiano pedirá y dependerá del discernimiento y el consuelo del Espíritu Santo. Esta misma ayuda puede también venir a un matrimonio cuando una pareja busca al Espíritu Santo para dirección y apoyo. Esta ayuda es parte del «don del Espíritu Santo» prometido en la Biblia a los creyentes en Hechos 2:38.

El Espíritu Santo no es solo una «cosa de la iglesia». El Espíritu Santo es la presencia práctica de Dios en las vidas de cada creyente en Jesucristo, y no hay para el Espíritu Santo una necesidad más práctica que guiar a una pareja en su matrimonio. Habrá ocasiones en cualquier matrimonio cuando nada sino el poder y la intervención del Espíritu Santo en las vidas de un esposo y una esposa puede traer el discernimiento, la paciencia, el perdón y el valor que serán necesarios para cuando la pareja enfrente una crisis personal, para sobrevivir en momentos difíciles o para revelar un sendero de paz en medio de la tormenta en la relación.

Referencia de las Escrituras: Hechos 2: 37-39; Santiago 3:17

Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo. En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar. (NVI)

En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. (NVI)

Algunas Cosas Para Hacer Durante La Semana.

Día 2: Reflexionar sobre el mensaje y la lectura de las Escrituras; diario si quieres
Día 3: Ora o medita sobre lo que crees que necesitas
Día 4: Discuta el mensaje y las escrituras con su cónyuge
Día 5: Planifique cómo puede responder mejor al mensaje
Día 6: Descanso; no pienses en el mensaje o la escritura; escucha en la quietud
Día 7: Vuelve a comprometerte con tu matrimonio

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