SEMANA 49: DIVORCIO EMOCIONAL

Tiempo De Lectura: 3.1 min

El matrimonio cambiará con el tiempo. Cuando el cambio es para lo mejor, el matrimonio será enriquecido. Cuando el cambio es destructivo, una pareja puede terminar viviendo vidas separadas mientras todavía comparten el mismo nombre y viven en la misma casa. ¡Un matrimonio puede finalizar tan hueco como una calabaza de Halloween!

Los dividendos familiares que se obtienen del matrimonio se perderán cuando la interacción entre un esposo y esposa se vuelve mas transaccional que emocional. Cuando un matrimonio se ha mantenido unido más por la obligación que por el deseo, es muy probable que un divorcio emocional ya ha tenido lugar.

Hay poco que esperar en un matrimonio donde hay más aguante que entusiasmo, más afrontamiento que amabilidad, más indignidad que dignidad y más pragmatismo que promesa. Hay poco gozo en un matrimonio donde la civilidad es lo más cerca que una pareja puede llegar a respetar.

Un divorcio emocional no involucra abogados, ni tribunal, ni decretos. Un divorcio emocional es auto impuesto y éste puede resultar en tanto dolor y trastorno para todos en la familia como si el matrimonio hubiese sido legalmente disuelto. La combinación del rechazo, la disfunción y el desdén crea una mezcla tóxica que envenenará a un matrimonio.

Referencia de las Escrituras: Efesios 4: 29- 32

Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.  No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.  Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.  Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. (NVI)

Algunas Cosas Para Hacer Durante La Semana.

Día 2: Reflexionar sobre el mensaje y la lectura de las Escrituras; diario si quieres
Día 3: Ora o medita sobre lo que crees que necesitas
Día 4: Discuta el mensaje y las escrituras con su cónyuge
Día 5: Planifique cómo puede responder mejor al mensaje
Día 6: Descanso; no pienses en el mensaje o la escritura; escucha en la quietud
Día 7: Vuelve a comprometerte con tu matrimonio

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