SEMANA 50: LA FELICIDAD EN EL MATRIMONIO

Tiempo De Lectura: 3.3 min

La felicidad es un concepto muy evasivo que es difícil de definir. ¿Cómo es que se siente la felicidad? ¿Qué es lo que causa que uno sea feliz? ¿Qué es lo que hace que la felicidad se aleje? ¿Es un matrimonio exitoso la señal de que una pareja es feliz?

El matrimonio no puede evitar que ocurran cosas negativas o hacer que las cosas negativas desaparezcan. Los matrimonios han sobrevivido, aún llegan a ser más fuertes, en tiempos de dificultades, de depresión económica, de desempleo, de enfermedad, de falla moral y de separación prolongada. La calidad del esfuerzo de una pareja para mantenerse unidos durante los momentos buenos y malos parece tener una relación directa en su sentido colectivo de bienestar o lo que algunos llaman felicidad.

La satisfacción quizás tenga más que ver con cómo la vida se está llevando a cabo y cómo los desafíos están siendo procesados que con vivir en algún estado de dicha. Bien puede ser que el papel fundamental del matrimonio sea brindar el apoyo y el compañerismo que es necesario para que tanto el esposo como la esposa cultiven individualmente la disciplina espiritual que les permita experimentar la paz frente a una tormenta. Las parejas que no pueden permanecer centradas en las fuentes verdaderas de satisfacción y en los aspectos duraderos de su relación probablemente no encontrarán mucha felicidad aun cuando los tiempos son buenos.

Un esposo y una esposa en paz, a pesar de todas las circunstancias, es más probable que tengan un matrimonio feliz.

Referencia de las Escrituras: Santiago 1:2-4

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia.  Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. (NVI)

Algunas Cosas Para Hacer Durante La Semana.

Día 2: Reflexionar sobre el mensaje y la lectura de las Escrituras; diario si quieres
Día 3: Ora o medita sobre lo que crees que necesitas
Día 4: Discuta el mensaje y las escrituras con su cónyuge
Día 5: Planifique cómo puede responder mejor al mensaje
Día 6: Descanso; no pienses en el mensaje o la escritura; escucha en la quietud
Día 7: Vuelve a comprometerte con tu matrimonio

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